enlaces patrocinados

Enciclopedia de Psicología +1500 temas. Precisa tu búsqueda

Sentido químico común

El sentido químico común se inicia por la estimulación de terminaciones
nerviosas libres y múltiples del 5º nervio craneal (trigémino)
situadas en la mucosa. Con este sentido se perciben las
propiedades irritantes de las sustancias inhaladas y se desencadenan
reflejos para limitar la exposición a los agentes peligrosos:
estornudos, secreción de moco, reducción de la frecuencia respiratoria
o, incluso, contención de la respiración. Los estímulos de
aviso intensos promueven la eliminación de la irritación lo antes
posible. Aunque el picor o irritación que producen las sustancias
es de intensidad variable, en general, el olor de una sustancia se
detecta antes que la irritación (Ruth 1986). Sin embargo, una vez
que la irritación se ha detectado, pequeños aumentos de la
concentración aumentan la irritación más que la apreciación
olorosa. El picor puede evocarse por interacciones químicas o
físicas con los receptores (Cometto-Muñiz y Cain 1991). Las
propiedades de aviso de los gases o vapores tienden a relacionarse
con su solubilidad en el agua (Shusterman 1992). Las personas
anósmicas requieren, al parecer, concentraciones mayores de
agentes químicos picantes para poder detectarlos (Cometto-
Muñiz y Cain 1994), pero los umbrales de detección no
aumentan con la edad (Stevens y Cain 1986).
Tolerancia y adaptación
La percepción de los agentes químicos puede estar alterada por
contactos previos. Se desarrolla tolerancia si la exposición a un
producto disminuye la respuesta a exposiciones posteriores. La
adaptación se produce cuando un estímulo constante o que se
repite con rapidez se acompaña de una respuesta cada vez
menor. Por ejemplo, la exposición breve a disolventes disminuye
de forma notable, pero pasajera, la capacidad de detección de los
mismos (Gagnon, Mergler y Lapare 1994). La adaptación
también tiene lugar cuando se ha producido una exposición
prolongada a concentraciones bajas o rápidamente, con algunos
agentes químicos, en presencia de concentraciones muy elevadas.
Esto último puede provocar una "parálisis" olfatoria rápida y
reversible. El picor nasal típicamente muestra menos adaptación
y desarrollo de tolerancia que las sensaciones olfatorias. Las
mezclas de agentes químicos pueden alterar también las intensidades
percibidas. En general, cuando se mezclan sustancias
olorosas, la intensidad olorosa total percibida es menor de lo que
cabría esperar al sumar las intensidades individuales (hipoaditividad).
El picor nasal, sin embargo, muestra en general aditividad
con la exposición a múltiples agentes químicos y una sumación
11.28 O de la irritación con el tiempo (Cometto-Muñiz y Cain 1994). Con
sustancias olorosas e irritantes en la misma mezcla, el olor
siempre se percibe con menor intensidad. A causa de la tolerancia,
adaptación e hipoaditividad, no debe confiarse en estos
sistemas sensoriales para valorar la concentración de agentes
químicos en el ambiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu opinión es la más importante!

Revista Psicología - Temas muy visitados