Enseñanza y educación - concepción

Concepción de la enseñanza y del aprendizaje

La función docente esperada desde el conductismo, es la enseñanza, es decir el proceso instruccional. Éste consiste en el arreglo pertinente de las contingencias de reforzamiento, con el fin de promover con eficiencia el aprendizaje del alumno (Bijou y Rayek, 1978). La conducta académica de los estudiantes habrá de ser reforzada cuando las respuestas de los alumnos se vayan aproximando a los objetivos esperados. La enseñanza consiste en dar contenidos o información, es decir, en depositar información de manera eficaz en el alumno, para que la adquiera. Es una enseñanza de tipo reproductivo (de memorización), en vez de producir conductas diversas y originales en los estudiantes. Entre las estrategias de instrucción, la enseñanza programada a través de textos programados y la enseñanza individual, han sido las más preponderantes. La enseñanza supone tratar al estudiante como objeto. Se le priva de intencionalidad, de autoelaboración, de iniciativa personal y de representaciones, de creencias, de expectativas, creencias y valores propios.

Para el conductismo, el aprendizaje es un "cambio estable en la conducta", como diría el propio Skinner (1975). Lograr el aprendizaje requiere que el docente utilice los principios y/ procedimientos conductuales, entre los cuales, el más importante es el reforzamiento, el cual hace posible que cualquier conducta puede ser aprendida. El desarrollo psicológico escasamente es tomado en cuenta, ya que basta usar de manera eficaz técnicas o procedimientos conductuales y programar situaciones que conduzcan al objetivo final (Pozo, 1989).

Evaluación del aprendizaje, pero no de la enseñanza

La evaluación o más bien los exámenes, se elaboran con base en la búsqueda de la objetividad y reciben el nombre de pruebas objetivas. Lo que interesa es la medición de la ejecución de los conocimientos y habilidades considerando la precisión, la velocidad y la calidad. Como se observa, el interés está puesto en los productos, no en los procesos, ni en la evaluación de la enseñanza.