Los cambios en el funcionamiento de los receptores AMPA no
constituyen la totalidad de la historia. A la vez que las memorias
se hacen más permanentes también aparecen alteraciones
estructurales dentro del cerebro. Las sinapsis que tienen mayor
número de receptores AMPA después de la inducción de PLT
pueden cambiar su forma y incrementar su tamaño o incluso
originar nuevas sinapsis en la misma dendrita, de tal manera que
el trabajo realizado por una sinapsis es compartido por dos. Por
el contrario, las sinapsis que reducen el número de receptores
AMPA después de la inducción de DLT pueden debilitarse o
incluso desaparecer. El estado físico de nuestro cerebro cambia
en respuesta a la actividad cerebral. A los cerebros les gusta el
ejercicio, ¡el ejercicio mental por supuesto! De la misma forma
que nuestros músculos se hacen mayores cuando realizamos un
ejercicio físico; por lo que parece evidente que nuestras
conexiones sinápticas se hacen más numerosas y están más
organizadas cuanto más las utilizamos.
La mente sobre la memoria
Nuestra capacidad de aprendizaje depende de nuestro estado
emocional, tenemos tendencia a recordar eventos asociados con
situaciones alegres, tristes o dolorosas determinadas. También
aprendemos mejor cuanto mayor atención prestamos. Estos
estados mentales están asociados con la liberación de los
neuromoduladores, tales como la acetilcolina (en situaciones de
atención máxima), dopamina, noradrenalina y hormonas
esteroides, tales como el cortisol (durante procesos nuevos,
situaciones de estrés o ansiedad). Los moduladores ejercen
acciones múltiples sobre las neuronas, algunos de ellos
actuando sobre los receptores NMDA. Otras acciones pueden
inducir la activación de ciertos genes específicamente
relacionados con el aprendizaje. Las proteínas que producen
ayudan a mantener la PLT y a hacerla más duradera.
El doctor interno
La plasticidad sináptica también juega otro papel importante
dentro de nuestro cerebro, pudiendo ayudar al cerebro a
recuperarse después de una lesión. Por ejemplo, si las neuronas
que controlan ciertos movimientos son destruidas tal y como
ocurre en los casos de infarto o serios traumas cráneo-
encefálicos, no todo está perdido. En la mayoría de las
circunstancias las neuronas no vuelven a reproducirse. Sin
embargo, otras neuronas restantes se adaptan y a veces pueden
tener el mismo papel funcional que las neuronas que se han
perdido, estableciendo redes similares. Es un proceso de re-
aprendizaje, que muestra la capacidad de recuperación que tiene
el cerebro.
Jerry Watkins. Un químico médico
que transformó el estudio de la
transmisión excitatoria del cerebro,
gracias al desarrollo de drogas tales
como el AP5 (abajo) que actúa
específicamente sobre los receptores
de glutamato.
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